Increíblemente todo esto sale de la misma boca.. De esa figura que se apoya en la medianera rídiculamente baja, tan baja en honor a la amistad añeja de las dueñas de las casas, pero que no permite el necesario aislamiento vecinal que mis neuronas necesitan.
En las clases, siempre se escucha al hartazgo: chicos no piensen como su vecina que barre la vereda, piensen como abogados. Hasta me sonaba arbitrario por entonces.
Agotados mis intentos de explicación académica, colgada un verano entero de la medianera, el frió apagó en mis los ultimosintentos pedagógicos. Mentalmente me formulé la teoría de la vida de Martita.
Martita está encerrada en su propio círculo vicioso. Se levanta y escucha am, donde cada treinta minutos se encargan de resaltar que dejaron libre otro "chorro" por problemas de allanamientos. No entiende lo que es una puerta caída. No entiende que a veces, puede caer una puerta equivocada. No entiende de espacios reducidos, de hacinamiento, de hambre, porque en su vida, a cambio de ser lo más ciega posible, su marido gerente corporativo , le proveyó de todos los bienes necesarios. No entiende, porque buscar entender, la llevaría a replantearse todo su camino pisado, los cuartos separados, los silencios de domingo, el marido coqueteando con la vecina de la esquina, el rumor generalizado del barrio.
Entonces busca una postura decente. No entiende, pero es una dama respetada, madre de cinco hijos, presidenta de la comitiva de seguridad vecinal, primera en poner el ladrilo si hay que eregir el muro.
El jueves, atormentándome de nuevo, me dijo que no entendía tanta teoría, que se lo explique con algo práctico. Le prometí que lo pensaba y después medianera mediante le informaba.
No sé porque pero media hora después me encontré cerrando la llave de paso del agua. Dos horas después la escuche gritandole a su eficiente marido que no sabía que pasaba, que no tenia agua. Cuatro horas después la escuche gritandole al teléfono y al pobre operador de Aguas Argentinas.
Despúes de seis horas de gritos, y con la paz de la misión cumplida me acerqué a la medianera y la llame.
Este es el ejemplo práctico que me pediste Martita. Alguien por error y sin previo aviso puede cerrarte la llave de paso. Podés gritar horas y horas al teléfono pero nadie te brinda una solución.. Si nadie garantiza que el cierre de la tapa de tu llave de paso este correcto, alguien como yo puede privarte de algo que para vos es esencial, como el agua. Erroneamente quizás, porque como buena ciudadana que sos, tenés todas tus boletas al día.
Así como tu llave de paso, así de fácil se puede vulnerar la vida de una persona, si se cuenta con todo el aparato estatal como medio. Por eso Martita, los allanamientos no tienen que ser de madrugada, ahora entendés porque no hace falta que sigas reproduciendo la opinión de Gonzalez de Oro q escuchas todas las mañanas???. Porque ahora te pasó y podés opinar y pensar por vos misma.